jueves, 2 de diciembre de 2010
Jubilación
Es la palabra. Deseada o temida, significa una nueva forma de vida que hay que «aprender». Porque los nuevos jubilados estrenan etapa casi sin referentes, ante un horizonte incierto de promesas.
La jubilación marca el comienzo de una etapa prevista y, sin embargo, ni siquiera tenemos la seguridad de que llegará de una forma natural. A veces nos sorprende en pleno rendimiento; otras, no acaba de llegar aunque se desee. No depende casi nunca del individuo.
Y no se vive de la misma manera una ruptura inesperada que un cambio previsto con tiempo. En cualquier caso, siempre es el final de una etapa importante que confiere a las personas un rol social, que llena su tiempo de organización y sentido, que potencia la autoestima y la convicción de ser útil… Pero es también el comienzo de otra etapa, larga y esperanzadora: vivimos más y mejor; tenemos más oportunidades de disfrutar de la vida. Merece la pena prepararse para afrontar este periodo crítico con realismo, pero con el propósito de realizar las reconversiones necesarias para vivirlo bien. Es el momento de reflexionar sobre aspectos de los que dependerá, en gran parte, el bienestar personal y familiar.
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Trabajamos toda la vida?
ResponderEliminarconozca la propuesta de Humberto Maturana sobre la Biologia del amor
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