Desarrollo humano
jueves, 2 de diciembre de 2010
Tiempo libre
Son cada vez más los mayores que se involucran activamente en actividades de ocio y tiempo libre. El concepto de vejez y jubilación está cambiando y empieza a verse como otra etapa más de la vida en la que el trabajo hay que sustituirlo por otras actividades. Los mayores llegan a la jubilación cada vez con mayor calidad de vida y tienen cada vez más interés en permanecer activos y ocupados. El ocio puede ser entendido como un tiempo libre fuera de las obligaciones habituales, como una actividad libremente elegida que produce diversión, bienestar, relajación o descanso. Al llegar a la tercera edad el tiempo libre disponible es mucho mayor, de ahí la importancia de aprovecharlo y disfrutar de él al máximo. La motivación al ocio y realizar actividades de tiempo libre depende de múltiples factores: 1. Tener buena salud y posibilidades de movilidad: Algunos ancianos no tienen buena salud o tienen dificultades para sus cuidados personales, otros sin embargo, aunque tengan buena salud, tienen problemas para andar o moverse de forma autónoma. 2. Factores medioambientales: La forma en que se vive la vejez, es muy diferente según se viva en un ambiente rural o urbano, en un ambiente donde haga frío o calor, donde las posibilidades para desplazar de un lugar a otro sean mejores o peores, etc. 3. La percepción que cada uno tenga de sus capacidades y limitaciones: Si uno se percibe a sí mismo incapaz de cualquier actividad, difícilmente se va a implicar en ella. Por el contrario, cuando uno percibe que una determinada actividad le ofrece oportunidades y es capaz de llevarla a cabo, su motivación será mayor. 4. La satisfacción personal que se obtiene al realizar actividades de tiempo libre, va a determinar la participación posterior en dicha actividad. Si al realizar actividades de ocio, el sujeto obtiene gran satisfacción, es muy probable que se implique cada vez más en dicha actividad. Es muy importante que la planificación de las actividades para el tiempo libre de los mayores deba ser muy estudiada y programada, teniendo en cuenta las características de las personas a quienes van dirigidas: entorno social, cultural, exigencias personales, exigencias de la comunidad, intereses individuales, aspiraciones, etc. La gran mayoría tiene prejuicios con respecto a la edad. Piensan que a determinada edad "ya poco se puede hacer". Otros sin embargo, desearían ocupar ese tiempo y no saben cómo o no tienen recursos a su alcance. Por ello es necesario que las personas que se encargan de nuestros mayores organicen actividades diarias. Son muchas las actividades que se pueden realizar, como hemos dicho anteriormente todo va depender de las características individuales y el entorno del anciano. Pero, a pesar de todo existen innumerables actividades para adaptarlas a cada individuo: 1. Actividades sociales: Pasear con amigos, visitar amigos, visitar a familiares, cuidar de los nietos, acudir a asociaciones, peñas de amigos, tertulias, bailes, asistir a fiestas, etc. 2. Actividad física: Está demostrado que la actividad física no solo retrasa el envejecimiento sino que además favorece el bienestar físico y psicológico. Por lo tanto se podrían diseñar programas de ejercicios adaptados a cada persona y menos exigentes, andar al aire libre, hacer excursiones, etc. 5. Actividades recreativas: Son actividades que divierten y resultan agradables mientras las están realizando, es decir actividades que proporcionan una satisfacción inmediata. Por ejemplo los juegos de mesa (cartas, dominó, etc.), manualidades, pintura, cuidar las plantas, etc. 6. Actividades culturales: ir al teatro, museos, conciertos, conferencias, asistir a hogares y clubes de jubilados, viajes, etc. 7. Prestar algún servicio de voluntariado. |
Abandono
El abandono que sufre la tercera edad es una dinámicas que se vive a diario, son innumerables las historias que existen sobre el abandono, desplazamiento o el destierro del núcleo familiar. Historias que describen la realidad de miles de adultos mayores.
Es por esto de la elección del tema a describir, la importancia que se le debe atribuir al abandono, situación que todos como personas sufrimos en alguna etapa de nuestras vidas, pero ante la mirada de la sociedad no es mucho lo que se hace para remediar esto, educando a la sociedad para evitar este hecho.
Una de las razones mas comunes es cuando una personas de la tercera edad es cuando ha cumplido con su vida laboral útil, persona que no es productiva en términos económicos para un grupo familiar, transformándose en una carga potencial de gastos para la familia a la que pertenece. Situación que se transforma en causal de rompimiento de interacción humana, relaciones, comunicación y hasta la afectividad, etc. Siendo esta ultima de gran importancia para el fortalecimiento y crecimiento de una familia.
Otro de los casos recurrentes es en situaciones en donde el sujeto de la tercera edad es padre o madre y recibe a su hijo (a) con su familia (allegados), siendo estos una apropiamiento del hogar en una forma temática y paulatina de este (hogar), desplazando al sujeto en estudio a dependencias reducidas el ignoro de su opinión y/o en muchas situaciones se produce un ambiente de agresión tanto fisco, verbal y psicológico, ocasionando en el agredido daños psicológicos, neuronales, emocionales, conductuales y en algunos casos físicos que por la avanzada edad del sujeto son daños irreparables médicamente hablando.
Cuando el sujeto en cuestión pertenece a un grupo familiar extenso y nadie de los componentes de la familia se quiere preocupar o hacerse cargo del cuidado de este. Viviendo periodos cortos en los hogares de quien le haya tocado el turno de cuidarlo, haciendo sentir que es una carga. Circunstancia que lo lleva a estados de depresión, desequilibrio emocional, rechazo y el estado anímico decae, llevándolo a cuadros depresivos que en muchos casos se desea que llegue al momento de morir para llegar al termino de su calvario. Siendo esta etapa de la vida la más dura y triste para una persona que debería disfrutar y descansar con agrado hasta el término de su vida, instancia que todo persona desea.
Las situaciones antes descritas son unas de las muchas que existen a diario en perjuicio de las personas de la tercera edad, situaciones que tienen una repercusión dañina para un grupo familiar y para la sociedad en sí.
Existe una perdida de identidad para la familia y la sociedad, se extingue la historia que se trasmite verbalmente, sabiduría que se adquiere a través de los años y el adulto mayor la posee.
Sordera
La deficiencia auditiva en el anciano es muy frecuente en las sociedades altamente industrializadas, donde la edad y el ruido intenso favorecen la aparición de dicho deterioro. Se estima que un 30% de la población geriátrica presenta trastornos de la audición, lo que supone, por su frecuencia, la tercera afección crónica después de los trastornos de las articulaciones y del corazón y los vasos sanguíneos.
Los trastornos auditivos pueden mejorarse a través de un diagnóstico y un tratamiento correcto, ayudando al anciano y a sus familiares en la comprensión del problema y poniendo todos los medios a nuestro alcance para que la calidad de vida de estos pacientes mejore. |
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