jueves, 2 de diciembre de 2010

divorcio

El divorcio es la disolución del matrimonio.
Generalmente, los motivos más comunes de divorcio son: el adulterio, la violencia intrafamiliar, infidelidades reiteradas, falta de afectividad sexual, orientación sexual distinta a la manifestada al momento de casarse, alcoholismo de uno de los cónyuges, inestabilidad emocional,apatía mutua o por motivos económicos, falta de acuerdo en los roles dentro del matrimonio, pérdida del respeto mutuo.





A continuación podrá ver un resumen de diez mentiras que pueden llevar al divorcio. Empiece a auto examinarse.
Mentira 1: El matrimonio es un contrato.
Sí, el matrimonio es un contrato legal, pero a los ojos de Dios es mucho más. La verdad es que el matrimonio es una promesa indestructible, un compromiso de por vida. Se mantiene: en las buenas y en las malas, en riqueza o pobreza, en enfermedad o salud; lo cual quiere decir que debe amar a su pareja aun cuando no tiene ganas, mantenerse fiel y trabajar juntos en los momentos duros.
Mentira 2 : Me case contigo, no con tu familia.
La verdad es que no se casó sólo con su cónyuge, ¡su familia es parte del paquete! No se engañe y crea que los suegros no importan. Su pareja creció en una familia que le enseñó a ser quien es hoy día. Sí, hay otras influencias y las personas cambian, pero los familiares son una fuente primaria en el desarrollo de un individuo.
Mentira 3: Puedo cambiar a mi cónyuge.
¡Equivocado! El hecho es que él/ella siempre llega tarde, su apartamento es un desastre, etc. probablemente no cambie por su amor. Preste atención a las señales durante el noviazgo, en especial lo de carácter serio, como beber en exceso, temperamento violento, rompiendo promesas, etc. Es posible que eso no mejore, sino que se vuelva peor cuando la luna de miel haya terminado. La verdad es que usted sólo tiene control sobre cómo reacciona hacia su cónyuge, y es lo único que puede cambiar.
Mentira 4: Somos muy diferentes.
Las diferencias no son un gran problema, siempre y cuando no sean diferencias sobre morales y valores de vida. La incompatibilidad no mata una relación. El tema verdadero es cómo manejan ese contraste. Se necesitan estilos compatibles que funcionen para ambos. Algunas diferencias no se pueden resolver y las parejas deben aprender a aceptar eso. Y la Biblia da guías claras para resolver conflictos de manera apropiada.
Mentira 5: He perdido ese sentimiento amoroso, ¡se fue!
Una pasión intensa no dura para siempre, pero el amor perdura. Quizás no siempre sienta el amor pero debe decidir amar a su pareja como a sí mismo. El sentimiento disminuye cuando los matrimonios se envuelven en patrones negativos que les lleva por caminos separados. La crítica pasa a ser desprecio y, el comportamiento altamente defensivo eventualmente es distancia emocional. La verdad es que puede restaurar ese sentir con cambios, como: crear 5 declaraciones positivas para su cónyuge, por cada comentario negativo. Otros se enfocan en construir la amistad y apoyo. No dudo cuando los matrimonios me dicen que ya no aman a sus parejas, sólo quiero que entiendan que el amor puede ser renovado.
Mentira 6: Un matrimonio más tradicional nos salvará.
En su frustración, muchos creen que si su relación fuera como las de antaño la vida sería mejor. Se confunden con los roles de género y responsabilidades. La sumisión es un tema malinterpretado y muchas veces abusado. La intención de Dios para el matrimonio es la igualdad. En dos ocasiones, Dios revela su voluntad para la tierra con respecto al género: en el Jardín y en la vida de Cristo. Vea esos ejemplos de cómo los hombres y las mujeres deben interactuar. Encontrará que sin importar cuánto negocie la relación, necesitará sumisión, respeto, honor y empatía mutua.
Mentira 7: No puedo cambiar, yo soy así.
La falta de voluntad para cambiar tiene sus raíces en la rebelión. Es hacer cosas a su manera versus la de Dios. El decir que no puede cambiar, es obviar por completo la experiencia cristiana de salvación y cambio de corazón. Sí, estamos esforzándonos por perfeccionarnos, con énfasis en “esfuerzo”. Esto requiere una buena disposición para ver su comportamiento y trabajar por ser más como Cristo. Si los esposos y esposas hicieran esto regularmente, no sería tan común un divorcio. Usted puede cambiar, sólo necesita deseos, obediencia y el poder del Espíritu Santo.
Mentira 8: Hubo una traición, necesitamos divorciarnos.
Las infidelidades son serias y dañinas, pero pueden ser restauradas, si ambos cónyuges desean intentarlo. Debe haber un compromiso para cortar con la aventura amorosa, un tiempo de arrepentimiento, perdón y de reconstruir la relación. El convenio ha sido roto, pero puede ser restituida si lo quieren. No es fácil, pero sí es posible.
Mentira 9: No importa lo que yo haga: Dios me va a perdonar.
Dios le perdonará si se arrepiente, pero sí importa lo que usted hace. Su comportamiento tiene consecuencias tanto naturales como espirituales, así que no degrade la gracia de Dios.
Mentira 10: El matrimonio está roto y sin remedio.
Si se ha dado por vencido, si el futuro se ve sin esperanza, se han separado emocionalmente, no pueden manejar el conflicto, cometieron un error… sea lo que sea, crea que Dios puede obrar donde usted no puede. Él cambia corazones, hace milagros y trabaja en las circunstancias más difíciles. No hay nada imposible para Él. Acérquese a Dios, interceda por su relación marital, batalle con su enemigo real (Satanás) y espere que Dios trabaje por usted.
Si usted y su pareja se mantienen conectados íntimamente a Dios, su matrimonio reflejará esa intimidad. El divorcio no tiene que ser la alternativa. Reconozca las mentiras culturales que le influencian y luche contra ellas con veracidad bíblica.


1 comentario:

  1. Los jovenes opinan el divorcio es una plaga al igual que el matrimonio.

    Conozca que opinan los jovenes del divorcio.

    visite:http://www.tubreveespacio.com/reflexiones-01nov04/divorcio.htm

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